miércoles, 31 de julio de 2019

Radio Cristiana de Venezuela


ACERCA DE NOSOTROS

NUESTRA MISIÓN:

RCV es un ministerio radial cuyo deseo es glorificar a Dios y alcanzar a las personas con una programación que refleje todo el consejo de Dios que está en las Sagradas Escrituras.

Presentamos la sana doctrina y fe cristiana tal como se expresa en la Única, Santa y Toda-suficiente Palabra de Dios. Nos esforzamos por proporcionar sermones,  instrucción y música de calidad. Creemos que Dios a través de Su Palabra renueva a la familia, nutre a la iglesia y restaura al hombre.

Si bien no somos una iglesia ni el ministerio de ninguna iglesia, buscamos hacer uso de los dones de los hombres de Dios bíblicamente fieles, que representan a las diversas Iglesias Bautistas Reformadas de Venezuela y de otros países del mundo, así como de otros ministerios con doctrina reformada.

RCV es un ministerio educativo no comercial. Nos apoyan las ofrendas de individuos, grupos y organizaciones que se benefician espiritualmente y apoyan nuestro propósito. Nuestro objetivo inicial es difundir nuestra programación en toda Venezuela.
Dedicamos nuestro ministerio al apoyo de la iglesia, la novia de Cristo, mientras proclamamos con alegría la obra salvadora de Jesucristo como el único medio de nuestra salvación eterna.
RCV existe por la pura gracia de Dios. Vemos la mano de Dios claramente involucrada en prepararnos.

Dios, en Su amable providencia, comenzó a guiarnos hacia la realización de este proyecto, y realmente no teníamos más opción que obedecer a la dirección de Dios, para conformar entonces una nueva emisora de radio cristiana conservadora.

Así nació RCV. «No es que no haya otros buenos ministerios ahí afuera, los hay», pero esta radio, ofrece una combinación de programación que es única y cumple con necesidades muy específicas.

NUESTRA PROGRAMACIÓN:

Nuestra música es una combinación de salmos, obras clásicas, himnos cristianos tradicionales y otros más modernos, los cuales mueven al oyente a buscar y adorar a Dios en espíritu y verdad. El aspecto más importante de nuestra programación es la predicación de la Palabra de Dios expositivamente. Con temas seleccionados cuidadosamente para ofrecer todo el consejo de Dios y un contenido teológico sólido para edificar a los creyentes. 

NUESTRAS CONVICCIONES:

Detrás de todo lo que hemos hecho, están las convicciones fundacionales de la verdadera fe cristiana apostólica, las cuales a su vez originaron la Reforma Protestante del siglo XVI. Tales como: la autoridad máxima de las Escrituras (Sola Scriptura) y la sola gracia de Dios en la salvación (Sola Gratia), solo por nombrar algunas; y también el deleite de escuchar la voz de Dios a través de la predicación fiel de las Escrituras. 

Entendemos que solo Dios salva a los pecadores, Él lo hace por el puro afecto de Su voluntad mediante Cristo, el Espíritu Santo y Su evangelio de la gracia, y no por las obras buenas que los pecadores hagan. La palabra "gentilmente" es transcendental para nosotros. Nuestro deseo es enseñar las doctrinas de la gracia y otras también importantes de manera paciente y amorosa, línea por línea, precepto a precepto.

EN RESUMEN, LOS OBJETIVOS DE ESTE MINISTERIO RADIAL SON:

  • Cumplir «la gran comisión», es decir, proclamar y enseñar el evangelio de Jesucristo a los incrédulos, a los que necesitan ser salvados de la condenación eterna.

  •   Ser un estímulo y un modelo de servicio para las iglesias locales de Venezuela.

  •   Alentar y edificar a los creyentes, fortaleciendo su fe, desafiándolos a vivir en santidad, en el amor  de Cristo, y ayudándolos a la vez a moldear sus mentes para adquirir una cosmovisión cristiana genuina.

  • Ministrar para la gloria de Dios en todo.
      Queremos que RCV se convierta en una verdadera bendición para el pueblo de Dios y para todos los demás, una humilde herramienta en la mano de Cristo para el avance de Su Reino. Oren por nosotros y para que esta meta sea alcanzada para la gloria del Dios trino. No dejes de anunciar a todos la existencia de RCV.

viernes, 19 de abril de 2019

¿CONOCES EL EVANGELIO?

“Jesucristo comenzó su ministerio en esta tierra con estas palabras: “…El Tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos y creed en el evangelio.” (Evangelio según San Marcos 1:15)

La primera parte del versículo afirma que con la venida de Jesucristo, el reino de Dios se acercó y comenzó su establecimiento en este mundo. Por muchos siglos, la humanidad había sido dejada en la ignorancia y todos los pueblos se desviaron en sus diversas religiones, apartándose más y más de la Verdad; pero hasta el pueblo judío, con el cual Dios había hecho un Pacto por misericordia, para darse a conocer a ellos, también se mostró infiel, de manera que solo unos pocos estaban anhelando al Mesías prometido.
Entonces Dios, que les había hablado en el pasado, muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo, por medio de los profetas, en la consumación del tiempo, envió a Su propio HIJO, al Verbo eterno y habló por medio de Él. (Hebreos 1:1-2)
Así es, los últimos tiempos comenzaron con el ministerio de Jesucristo y desde entonces sus seguidores han propagado sus enseñanzas por todo el planeta, anunciando que Cristo es el rey y que debemos someternos a su reino.
Sin embargo, los apóstoles también profetizaron que el evangelio sería tergiversado y manchado por apóstatas, lo cual ocurrió desde los primeros siglos de nuestra era y es por esta razón, por lo que muchísimos de los que profesan ser cristianos, ni siquiera conocen de qué se trata el Evangelio.
La palabra Evangelio (griego ευανγελιον ) significa “buenas noticias” y era usada en el mundo antiguo por ejemplo cuando los heraldos se adelantaban al ejército vencedor para anunciar al pueblo que la guerra había sido ganada.
El apóstol Pablo resume el Evangelio en la declaración de que Cristo murió por nuestros pecados, que fue sepultado y que resucitó al tercer día. (I Corintios 15:3-4), pero ¿en qué sentido esto es una buena noticia?

Todo esto no puede ser apreciado como una buena noticia, mientras el individuo no se percate de cuál es su situación ante Dios y cuán necesitado está de la salvación. Las personas no se consideran a sí mismos enemigos de Dios y no piensan que viven en guerra con Dios. Pero la Biblia afirma que Dios ve a los hombres como sus enemigos y que está en guerra con nosotros por causa de nuestro pecado.
Esto es lo que dice la Biblia:
“Los insensatos no estarán delante de tus ojos; aborreces a todos los que hacen iniquidad” (Salmos 5:5).

“Dios es juez justo, y Un Dios que se indigna cada día contra el impío”(Salmos 7:11).

“Dios ha mirado desde los cielos para ver si hay alguno que entienda, alguno que busque a Dios, todos se han desviado, a una se han corrompido, no hay quien haga el bien, no hay ni siquiera uno” (Salmos 53:2-3).

No solo los ateos están en guerra con Dios, todos nos hemos desviado del camino recto, unos de una manera y otros de otra.
En Edén, Dios expulsó a Adán y Eva de su presencia por causa de una desobediencia y puso querubines para impedirles el acceso al árbol de la vida además de una espada encendida que se revolvía para intimidarles (Génesis 3:24). Desde ese momento toda la raza humana vive en enemistad con Dios. Nuestros primeros padres fueron expulsados por un solo pecado y nosotros hemos pecado miles de veces, agravando nuestro merecido castigo.
Cuando llegamos a reconocer esta realidad y la miseria espiritual en la que todo hombre se encuentra, el Evangelio comienza a tener sentido.
¡La buena noticia es que hay perdón para el pecador que se arrepiente y confía en Jesús!
Pero, mientras la persona no sea consciente de la culpa de su pecado y mientras su conciencia no sea despertada para percibir la grave situación en la que se encuentra, el Evangelio seguirá siendo incomprensible.
La Biblia dice que todos nosotros éramos enemigos pero Dios ha reconciliado a los creyentes por medio de la muerte de Su HIJO.(Romanos 5:10).
Jesucristo, al morir, experimentó no solo un dolor físico indescriptible, sino que Dios el Padre descargó en él, todo el peso del castigo que merecían pecadores de toda clase y esta fue la pena que lo hizo gritar en la Cruz “¿por qué me has abandonado?” Dios lo trató a él como al peor de los pecadores. Sin embargo, una vez que Él realizó esta misión, habiendo vencido toda su vida contra el pecado, venció también sobre la muerte y fue exaltado al la diestra del Padre. Desde allí, volverá un día para juzgar a los vivos y a los muertos y entonces su reino será consumado.
Esta verdad se incluye en el credo que se recita en muchas iglesias, pero no parece haber afectado la vida de los que lo han memorizado. Deberíamos preguntarnos ¿por qué? La victoria de Cristo sobre el pecado y sobre la muerte es la mejor noticia para todo aquel que atienda el llamado al arrepentimiento. 
Si estás dispuesto a arrepentirte (dejar tu propio camino) y rendir tu vida al Señor Jesucristo, recibirás perdón y serás limpiado de todos sus pecados. ¿Crees este Evangelio?

La Iglesia Bautista Reformada Los Lagos (Costa Rica)

miércoles, 13 de febrero de 2019

Yo soy la Luz de Mundo




Alguien decía que esta generación, es una generación de inexplicables contrastes. Tenemos más información y más confusión; más tecnología, pero más distracción; más posesiones, pero más insatisfacción. La única esperanza para escapar a este mal es traer una fuente de luz que pueda guiarnos en la confusión, fortalecernos en la debilidad y motivarnos a cambiar.
El evangelio de Juan registra al menos siete declaraciones notables expresadas por el Señor Jesucristo, una de las cuales es “Yo soy a luz del mundo” (Juan 8:12). Al hacer tales declaraciones, Jesús revela mucho sobre el mundo que nos rodea y las vidas que vivimos; pero también revela mucho acerca de sí mismo y lo que tiene que ofrecernos. Al final de Juan 8:12-30, vemos la respuesta de muchos del pueblo: “Al hablar estas cosas, muchos creyeron en El”. Aquí́ tenemos una escena de personas que están pasando de muerte a vida y serán perdonados. Esta es una preciosa realidad; por esto es por lo que Jesús vino al mundo.
El pasaje comienza en Juan 8:12 “Otra vez Jesús les habló…” Las palabras “otra vez” están conectadas con Juan 7:52. Lo que encontramos aquí es una continuación de una conversación del Señor con la misma audiencia descrita en Juan 7:37. Estaban celebrando la fiesta de los tabernáculos (Juan 7:2) y estaba llegando la hora final del gran día de la fiesta. En ese día había varios ritos importantes como la purificación de las aguas (Juan 7:37) y la iluminación del templo, todos cuales los hacían para recordar la nube en el desierto que durante la noche se convertía en un fuego de luz. El Señor había estado confrontando a los escribas y fariseos en el lugar del tesoro en el templo—ese era el lugar del templo donde se manejaba el dinero. Más específicamente era donde se hacían ofrendas voluntarias, haciéndolo el lugar más concurrido y abierto.
El versículo 12 continúa diciendo, “Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo.” ¿Qué tiene que ver el lugar del tesoro con la luz? Lo que se celebraba allí es algo que le da un significado exclusivo a la declaración del Señor: allí era donde se celebraba el rito de la iluminación del templo. En Juan 8:12, Jesús no dijo, “Yo soy una luz”; El dijo: “Yo soy la luz del mundo.” No pudo haber dicho nada más dramático que eso en esa ocasión cuando estaban recordando la luz real del desierto a través de estos gigantes candelabros. ¿Como creen ustedes que reaccionaron estas gentes allí? Lo primero es que debemos entender lo significativo de esta declaración. Esta gente conocía la ley; eran los devotos del pueblo. Conocían las palabras de Isaías 42:5-6 e Isaías 49:6 que describen quien el Señor es. Al decir “Yo soy la luz del mundo”, Jesús estaba diciendo, Yo soy el Mesías esperado; ¡Yo soy Dios!
Tomemos un momento para analizar Juan 8:12“Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.” La palabra de “el que me sigue” en el original es muy interesante; tiene que ver con obedecer las ordenes de nuestro superior con suma dedicación. Un discípulo de Cristo es aquel que entrega su alma y cuerpo a Cristo. Eso no se puede hacer a medias; Cristo no puede ser solamente un salvador para nosotros, debe ser nuestro Señor. El pasaje continúa diciendo, “no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”. El Señor Jesucristo dice que cuando le seguimos tenemos la luz de la vida. Encontramos la relación entre luz y vida en Juan 1:4“En El estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres”. La vida que Jesús tiene da la luz; es decir, estamos muertos y ciegos a la luz hasta que la vida de Jesús nos es impartida por el Espíritu de Dios y los ojos de nuestros corazones son abiertos.La luz es un poder activo que disipa las tinieblas. Cuando crees en Jesús como tu preciosa luz, entonces tienes Su vida y te conviertes en hijo de luz.
Cuando le permites a Dios acercarse a ti a través de Jesucristo y lo aceptas, entonces te darás cuenta que no es solo la Luz del mundo sino el Salvador de todas las generaciones; nadie va al padre sino por El. Necesitamos continuamente esa luz para andar en comunión con El (1 Juan 5:1-3).